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Los productores de patata temen una sobredimensión tras el cierre de Azucarera
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Los productores de patata temen una sobredimensión tras el cierre de Azucareral anuncio de cierre de plantas de Azucarera en la región para centralizar su producción en la planta de Toro (Zamora) y la complicada situación en la que se encuentra la producción de remolacha en la comunidad, hace temer al sector de la patata ante un riesgo evidente de sobredimensión en el cultivo que provoque la ruptura en el equilibrio de la oferta y la demanda. La siembra de patata ya ha tenido un aumento de alrededor de 2.500 hectáreas para esta campaña, debido al dulce momento que está viviendo esta producción a nivel de precios. Incremento que, según los productores, asumirá bien el mercado por la merma de la cosecha que se ha sufrido en Andalucía y Cartagena y que hará que el producto regional tenga un mayor reclamo en el mercado. «Lo que ha pasado con Azucarera nos puede generar problemas a mayores que no queremos, es el mayor problema que vemos a muy corto plazo en nuestro sector. Me preocupa porque nos puede venir un incremento del 30 %, mínimo. Remolacha que se está sembrando hoy y que pase a patata en el futuro. Nos podría suponer entre 4.000 o 5.000 hectáreas más de cultivo. Eso sí es un problema, en nuestra opinión», recalca el presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (Appacyl), Eduardo Arroyo. En esta línea, considera que la patata es un cultivo que «lo estamos mimando, la gente le trata muy bien porque le da un beneficio y está respondiendo muy bien». En cualquier caso, confiesa que «me fastidiaría mucho que la remolacha le hiciera daño». Al respecto insiste en que, en la actualidad, quien siembra patata «es porque tiene centrado su cultivo estrella», incidiendo en que «en nuestro cultivo no hemos tenido nunca una ayuda y a la remolacha se ha ayudado hasta hoy, para qué si se va cerrar, había que haberlo desviado antes», sugiere.
En lo que se refiere a la situación de la cosecha, Eduardo Arroyo detalla que, a estar alturas, solo queda pendiente de sembrar alrededor de un 10% del producto y «ya hay mucho nacido». De esta manera, estima debido al retraso por las lluvias, el ciclo lleva una demora de alrededor de diez días respecto a un año medio, y pronostica que entre el 10 y el 15 de julio «se podría estar ya sacando patata» en la región. Al respecto, confirma que a falta de los datos definitivos cuando concluya toda la siembra, se calcula que se habrán sumado cerca de 2.500 nuevas hectáreas de este cultivo respecto a las cifras de 2024, hasta sumar casi 19.000 hectáreas en Castilla y León. «A pesar de que tenemos algo más de siembra aquí, en Andalucía, especialmente en Sevilla, hay mucha menos cosecha por la climatología. Algo que también ha sucedido en Cartagena. Por lo tanto, Castilla y León podría mantener los precios aceptables», vaticina el presidente de los productores. Una situación de precios que empeorará según vaya empezando el arranque de patata en Francia. «En el país vecino van a tener mucha más cosecha porque va a tener mucho más sembrado. Sí va a sembrar entre un 10 y un 15% más y eso nos preocupa a partir de mediados de agosto», confirma.
La situación del cultivo y las perspectivas de mercado que hay en España y en la Unión Europeo, se han abordado en Tordesillas en unas jornadas impulsadas por la Interprofesional de la Patata, donde expertos nacionales y europeos, abordaron claves para impulsar los distintos eslabones de la producción de la patata. En la cita ha destacado la presencia de productores franceses que aportaron su visión sobre el momento que vive el sector en el país vecino y las fórmulas de los productores para mejorar su situación en los mercados.
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