Declarado en rebeldía Pirri por el intento de asalto a un bloque de la calle Muro

Se les acusa de ir de madrugada hasta el número 10 de la calle Muro, en el centro de la ciudad, para forzar pisos y robar. Pero nada de ese plan, apuntado por la Fiscalía como «concebido», se fraguó. Al parecer, porque un vecino de la zona se percató de lo que podría ocurrir. Se acercaba esa noche a la casa de sus abuelos cuando vio una «actitud sospechosa». Observó a tres personas bajarse de un coche, mientras el conductor daba marcha atrás. «Memoricé la matrícula. Llamé a la Policía y les seguí. En una puerta del octavo piso estaban como intentando forzar una puerta», ha relatado este testigo, que según aseguró se les cruzó cara a cara por las escaleras, si bien en los reconocimientos fotográficos posteriores solo identificó a uno de los acusados.

El relato de los hechos de esa noche siguió con una persecución de película, porque hasta ese punto se trasladaron agentes de la Policía Nacional y Municipal. Los mismos que han desfilado esta mañana por el juzgado para recrear lo que vivieron. Uno de los primeros detenidos fue H. D. P., que se encontraba en ese momento estacionado con el coche. De hecho, lo único que declaró este acusado fue que el vehículo no era suyo y que desconocía lo que portaba en el maletero. «Me lo dejó un amigo», ha apuntado.

En ese momento, según las declaraciones de este lunes, los agentes también encontraron un sistema de transmisión por el que se recibió un aviso, en principio, del resto de asaltantes. «Pasa a buscarnos por la calle García Valladolid, 4 porque está la Policía», han rememorado los agentes sobre ese aviso.

Nueva ubicación a escasos metros, donde los acusados se toparon con los agentes. Tras entablar una conversación con ellos, finalmente Pirri, según la declaración de un policía, le abrió la puerta. Se le detuvo mientras, a la par, se iniciaba una persecución por tejados y patios interiores de la zona.

Según la Policía, fue Fofo el que se escapó después de saltar desde una ventana con una gran altura, dejando durante el seguimiento una mochila roja con diferentes herramientas empleadas, supuestamente, para forzar las puertas. Fofo, también según la Policía, fue el que se escapó, si bien durante el juicio únicamente ha señalado que esa noche se encontraba «convaleciente» con su mujer en su casa. Fue arrestado días después.

La fuga del sospechoso no frenó los ánimos de la Policía durante esa madrugada de verano, porque siguieron peinando la zona hasta que dieron con el paradero del último acusado, I. F. L., quien se encontraba agazapado en las escaleras del bloque de García Valladolid.

Los cuatro acusados se enfrentan a una pena de 23 meses por un delito de intento de robo con fuerza de las cosas en casa habitada. Por su parte, las defensas solicitan la absolución de sus patrocinados ante la «floja» prueba indiciaria.