Charo, junto al grupo de pinguineros que ha cumplido su sueño de montar en moto. Cedida
Valladolid

Y la octogenaria Charo cumplió su sueño: «Montar en moto era la ilusión de mi vida»

La mujer conoció a un grupo de moteros en el bar de Covaresa en el que toma café todas las mañanas y se prestaron a llevarla hasta Pingüinos

Jenifer Santarén

Valladolid

Domingo, 12 de enero 2025, 20:13

Será el próximo 26 de enero cuando Charo Martínez, vecina de Covaresa, cumpla unos nada desdeñables 80 años, pero a falta de dos semanas para ... celebrar la efeméride, este domingo ha recibido el mejor regalo posible, el de cumplir un sueño. «Montar en moto era la ilusión de mi vida, es lo que siempre he querido hacer, me ha aportado mucha felicidad», afirma, aún visiblemente emocionada, tras la ruta que ha hecho de paquete a bordo de una BMW esta mañana, gracias a un grupo de pingüineros con los que ha coincidido en el bar Unamuno, al que acude a tomar café todas las mañanas.

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«Me puse a hablar con ellos de mesa a mesa y les dije que si había alguien dispuesto a llevarme con él que yo me iba y entonces me dijo una mujer, ahora te lleva mi marido», rememora la veterana, que no se lo pensó dos veces y se subió a la moto de Alberto Santos, equipada con unas botas, una chaqueta y un casco prestados.

Desde el bar Unamuno, punto de concentración habitual de los moteros, se han puesto en marcha hasta la zona de acampada, en la Antigua Hípica Militar, donde ha podido disfrutar del ambiente de la concentración invernal más grande de Europa, acostumbrada a ver cada año el desfile de banderas desde la puerta de su casa: «Hemos hecho una paradita breve pero muy emocionante. Estaba tan impresionada... mucha moto, mucho ambiente y gente muy sana».

Charo, a bordo de la moto de Alberto. Cedida
Charo posa junto a dos motos. Cedida
Alberto y Charo, antes de su paseo. Cedida

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«Después me han invitado a comer cocido», agradece. Y aunque «no ha podido ser», está convencida de que ha supuesto el comienzo de una amistad muy larga, pero sobre todo aventurera: «Vamos a seguir teniendo trato, seguramente me vaya con ellos a hacer submarinismo», celebra.

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La experiencia de Charo no ha causado sorpresa en sus hijos, de 59, 57 y 56 años, conocedores del carácter extrovertido de la mujer: «Desde que los crié no se me ha puesto nada por delante, he hecho saltos al mar, ciclismo, submarinismo, senderismo... me han dicho que el día menos pensado aparezco en moto».

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