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El secretario general del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez, lamentó hoy el «escaso compromiso» que la Junta tiene con León, ya que sus responsables no han sabido poner freno y soluciones a la crisis azucarera que desde hace años soporta la provincia. «Luego nos echamos la mano a la cabeza porque León se siente abandonada y porque no tienen sentimiento castellano y leonés», indicó.
Martínez, que realizó estas declaraciones tras participar en la presentación del Congreso Internacional Antonio Machado que se celebrará en Soria, lamentó el cierre de la planta azucarera de La Bañeza, la pérdida de puestos de trabajo y que la Administración autonómica «no haya hecho nada» para sortear la situación.
En este sentido, subrayó que hoy el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, pretende resolver la situación en una única reunión con una defunción ya «certificada». «A buenas horas mangas verdes. Esto evidencia el escaso compromiso que Fernández Mañueco, tiene con esta tierra a la que un día tras otro siempre llega tarde absolutamente a todo», criticó.
En este sentido, señaló que si la Junta no presenta una hoja de ruta con medidas diferentes, La Bañeza e incluso la provincia de León, que tuvo en su momento tres azucareras diferentes y es una de las principales productoras de remolacha de Castilla León, se quedará sin una planta y con la pérdida de los puestos de trabajo.
Ante esta disyuntiva, el líder de los socialistas consideró que la región necesita una Administración autonómica que se comprometa con el territorio y que «no siempre llegue tarde», y recordó que la primera reunión para analizar la situación se produjo el 15 de mayo y ningún responsable de la Junta participó en la misma.
Es por ello que Martínez abogó por plantear puentes de resolución de los conflictos laborales no solo de la azucarera de La Bañeza sino de Losan en Soria o Siemens-Gamesa en Ágreda, al faltar «ritmo» e impulso económico por parte de la Administración autonómica que es competente en materia de empleo y, por tanto, en el desarrollo económico del territorio.
«Estamos viendo cómo ven pasar los créditos de oportunidades de la política de cohesión, de los fondos estructurales. Los ven pasar y no aplican esos fondos allá donde tienen que aplicarlos en cada una de las nueve provincias, en cada una de las comarcas de las nueve provincias. Lamentablemente vemos como ni en este contexto positivo desde el punto de vista económico son capaces de dar una respuesta», concluyó.
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